La frase tiene su miga, eso ha dicho Marcelino en la rueda de prensa (y viene a ser algo así como las frases del manual de filosofía de bolsillo que utiliza todo el mundo. No somos nadie, las cosas son así, la vida, en fin), y a uno le queda la sensación de que él ha visto un partido y yo otro.
El Zaragoza ha sacado un punto de Mendizorroza en un encuentro en el que de nuevo las facilidades defensivas han estado a punto de condenarlo. El equipo no empezó mal pero las ocasiones-regalos llegaron protnto a favor del Alavés y en el minuto siete de la segunda parte ya ganaba 2-0.
Pino Zamorano, que merece un capítulo él solito, expulsó a Moreno y el Zaragoza comenzó a mover el balón mejor con el rival con diez y la entrada de Herrera (vivo y rápido como siempre), Songo'o (hoy más desacertado que en anteriores encuentros) y Paredes (que ha reencontrado el camino para recuperar su puesto). Así llegaron los goles del de siempre (Ewergol) y Arizmendi (que se ha convertido en un jugador importante, fundamental).
A uno le queda la sensación de que después de este pésimo partido del equipo un empate deja buen sabor de boca, pero no debemos olvidar que para subir hay que ganar (empatar no es suficiente). La semana próxima llega un nuevo examen final (ganar o ganar).
Lo mejor: El arranque de pundonor del equipo con el 2-0.
Lo peor: Lo de siempre, los regalos en defensa.
Un nombre: Arizmendi (él sabe que es importante para el equipo y su actitud ha cambiado)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario