Recreativo de Huelva 1- Real Zaragoza 2 (pretemporada 2009-2010; Trofeo Colombino)

La deconstrucción de un sentimiento: el Zaragoza posmoderno y Marcelino.

Comienza un nuevo curso, en apenas veinte días el equipo deberá enfrentarse al inicio liguero y el equipo, a juzgar por lo visto ayer en el Colombino y lo leído en los medios en los partidos anteriores, está pero no está. Y es así porque podría ser cualquier equipo en estos instantes. No tiene identidad, no tiene nada que nos haga entender que es el Zaragoza.
Anoche, cuando veía al equipo dejarse llevar por el tedio onubense y solo algunos zarpazos nos hacían creer en el futuro, me di cuenta de que Marcelino García Toral puede tener las cosas muy claras, Prieto, Herrera, Agapito y Poschner también, pero no comparten ideas. Marcelino quiere un centro del campo de destrucción y aquí en Zaragoza amamos el pase preciso y precioso de Santi Aragón; Marcelino quiere un equipo de lucha y contraataque y aquí nos ha gustado siempre la verticalidad basada en el toque… sé que Marcelino sabe lo que se hace, y sé que es un magnífico entrenador, pero no puedo evitar ver el equipo y pensar que Aguilar no es mejor que Zapater, que Babic tiene una cintura dura (pero dura), que Pennant es un magnífico jugador como Uche y que Jorge López y Ander son los únicos que saben lo que es el fútbol en Zaragoza.
Son solo unas primeras impresiones. El equipo debe reinterpretarse desde los conceptos que aseguran fútbol (Ander, Jorge López, Pennant, Uche…) y si para ello, para tenerlos a todos juntos en el campo al mismo tiempo, Marcelino debe cambiar el sistema, creo que debería hacerlo aunque sea reinterpretar sus conceptos. La posmodernidad es, en definitiva, ser capaz de reinterpretar aquello que ya sabemos. Además es un síntoma de inteligencia.