Getafe 2-Zaragoza 0 (último partido de pretemporada 2009-2010)

Estado de confusión (transitoria, esperemos).

Leo en un artículo del blog de deportes eurosport-yahoo el titular “Descartes-Madrid: pulso irresoluble” y al principio dudo o, mejor dicho, no lo hago y entiendo que se trata de un artículo con trasfondo filosófico sobre la identidad del Madrid. Pero no. Se trata de los descartes, no de Descartes, y a estas alturas del verano ya estoy tan confundido por todo que no sé muy bien qué artículo hubiera preferido leer.
Confundido por todo, como digo, intenté ver ayer el partido del Zaragoza y casi no lo consigo. Creo que es el peor partido de fútbol que he visto en mucho tiempo; fue aburridísimo. No se vio nada. La defensa sigue sin estar (se supone que se empieza a construir ahora con la llegada de Obradovic y los que han de llegar -tres mejor que dos-), el medio es un desastre (Ponzio solo contra el mundo, Gabi desacertado y Aguilar… en fin, espero equivocarme pero no le veo nada más que presencia, y eso con dos extremos no es suficiente pues debe aportar más en la creación) y la delantera ayer estuvo ausente (Uche no dio una, Arizmendi en su línea habitual –trabajo y no gol- y Ewer más fuera que dentro, me temo).
Descartes señalaba que el ser es en esencia porque asume que lo es, porque piensa y se identifica en su pensamiento. El Zaragoza como equipo de fútbol debería jugar al fútbol, pensar en qué fútbol quiere hacer (pero que sea fútbol, por favor, no eso a lo que jugamos). Perdonen la confusión, tanta confusión, pero uno ya no sabe ni qué está viendo ni si su equipo ha sido siempre como es ahora.