El partido de ayer no será de los que pasen a la historia, quizá tampoco sea de esos partidos que los aficionados recuerdan con el paso de los años, pero el equipo tuvo ayer mucho oficio y demostró que por ganas no va a ser, que las tiene todas.
El Zaragoza quiso y solo la férrea defensa gerundense y las buenas maneras de su portero evitaron que la victoria fuera mayor.
Lo que pasará a la historia es un dibujo magistral, un pase de esos que solo funcionan en la imaginación. Salió Herrera al campo, la expulsión del jugador del Girona ayudó a que Marcelino retirará a Pignol y diera entrada a Songo'o, que sirvió para liberar a Herrera de la banda derecha, y en un momento crucial lanzó ese balón con pie de seda al hueco en el área. Braulio hizo el resto. Un magnífico gol, uno de esos que no se olvidan.
El Zaragoza funciona. El Zaragoza quiere subir.
Lo mejor: Ese gol que vale seguir creyendo.
Lo peor: La posible lesión de Ewergol.
Un nombre: Ander Herrera. Su pase vale todo lo que el jugador promete (lo mejor que ha salido desde Cani).
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