Así fue. El partido estaba totalmente controlado hasta que Pulido no supo qué hacer y acabó cometiendo un penalty de esos que suelen llamarse "tontos" que dio al traste con el intento maño de llevarse el partido. Una lástima.
Me quedo con el esfuerzo colectivo y la actitud pero algo quiero remarcar. El cambio de Caffa por Paredes fue del todo improcedente. El equipo lejos de ganar en seguridad defensiva perdió tanta profundidad y control de balón por el lado izquierdo que fue algo así como pegarse un tiro en el pie (y con el penalty de pulido uno en la sien).
A estas alturas de semana (lunes ya) uno tiene la sensación de que nada ha cambiado y pese a que el sabor del empate sea contrario al experimentado tras el empate en Vitoria, queda todo en la misma situación que antes. Hay que ganar el próximo partido (Nastic de Tarragona en la Romardea), y el siguiente y el siguiente (una obviedad, y además es el Tenerife). Es el momento de que el talento acabe con los errores humanos que tanto daño nos están haciendo este año.
Lo mejor: el equipo como colectivo asume todas las circunstancias del juego con entereza. Las lesiones de Pavón y Braulio no fueron determinantes pues Pulido (hasta el penalty) y Songo'o cumplieron.
Lo peor: Un error más que nos cuesta muy caro.
Un nombre: Jorge López. Al fin anota como de él se esperaba.
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