lunes, 9 de noviembre de 2009

Contraindicaciones. Luis Molina

Leía ayer domingo una entrevista a Ayala. Decía el Ratón que Marcelino tiene más carácter que Benítez. No lo dudo, tiene carácter el hombre. También decía que el asturiano ha sacado algo nuevo de él como defensa: corregir los errores con colocación. Esto lo dudo. Lo dudé por la mañana con el café y el periódico entre las manos, y lo dudé mucho más viendo el partido contra el Valencia. Qué suicidio por Dios.
Es una realidad que presionando la línea de creación se hace mucho daño a determinados equipos. Fundamentalmente a aquellos que tienen el cerebro en la medular y poco músculo. Bien lo entendió Gurban Berdiýew, entrenador del Rubin Kazan, con rosario incluido entre las manos y rezando para que su músculo bloquease el cerebro blaugrana. Son fundamentales las basculaciones sincronizadas y tener las dos líneas de cuatro lo más cerca que sea posible, para ahogar al contrario. Además, idealmente la defensa ha de estar adelantada, con el objetivo de dejarle todavía menos aire al contrario y, ya de paso, robar el balón lo más cerca posible del área rival. También entendió el bueno de Gurban que dejar entre tu portero y tu defensa mucho espacio a hombres con la velocidad de Messi tiene contraindicaciones. Por eso supo adaptar la teoría y dejó su línea más atrás de lo que le gusta. El cerebro tiene más peligro a medida que más cerca está de la portería y menos defensas tiene que superar.
Marcelino, al que no considero un entrenador valiente, es un amante de la presión. Como él dice, su equipo defiende o ataca, no hay tiempo para posesiones largas, ni combinaciones estúpidas. Fue valiente esta vez. Pero se equivocó. Pensó que ahogando el cerebro del Valencia, quizás hasta volvía con 3 puntos, pero no se dio cuenta que el cerebro del Valencia no está precisamente en la medular. Está en la delantera amigo Marce. Banega no está mal, poco incisivo. Albelda no es precisamente un deliniante. Repasen los goles y vean. 3 cerebros solos ante López Vallejo son demasiada materia gris.
Dicho todo esto (únicamente referido al partido de Valencia) y a pesar de la mala suerte con las lesiones (Uche, Goni, Obradovic, Diogo, Arizmendi, Pennant…) no soy pesimista. El equipo está bastante trabajado, hace goles, ha tenido determinados momentos interesantes y se salvará. Pero no será una temporada muy ilusionante a menos que nos agarremos a la Copa.
Mañana toca el Málaga y a mi entender es un partido importante. Muy importante, diría. Porque la ilusión es vital en este circo y la afición merece alguna alegría fuera del maratón de sufrimiento que va a ser la liga. Además teniendo en cuenta lo que nos gustan las copas en la Romareda…

2 comentarios:

Unknown dijo...

Adiós a la Copa, con Babic y Songo'o.

Anónimo dijo...

delirante, lo de ayer es lo más triste que he visto en mucho tiempo.
Marcelino dimisión!
Bandrés dimisión!
Agapito vende ya o esto va a dejar de parecerse al Zaragoza.